domingo, 1 de septiembre de 2024

uno del uno del veinte veintiuno

 

Fin de año. Nos acostamos antes de las doce y escuchamos los fuegos artificiales desde la cama…

El reflejo de los destellos contra las paredes...

Los destellos son como sonrisas distorsionadas...

Hay partes que se conectan de manera artificial: la música fuerte y la gente de fiesta.

 A la distancia la gente de fiesta parece como un despilfarro de locura. Parece mentira. Todo parece mentira, máscara y disfraz, a la distancia. Un gran decorado detrás del cual parece que no hay nada.

¿Por qué? ¿Por qué nada? ¿Por qué parece?

Ahora el viento… ahora los pájaros…ahora los autos que van y vienen.

Hay uno en particular, uno blanco y nuevito, que va y viene incansable con un brazo asomado a la ventana y la música al mango. Un auto blanco. Va y viene. Viene y va. 

Imagen... tiempo... espacio y movimiento. ¿Quién maneja? ¿Quién dobla la curva?

La máquina cortadora de pasto de golpe se atora con una piedra.

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