miércoles, 11 de enero de 2017

lunes, 30 de enero de 2006

Era de noche,
la silueta de una rama
sin hojas resaltaba
entre la niebla,
y la lluvia,
aunque fina,
no paraba de caer.

Flotando en esta polenta gris
las cosas se movían
como si estuvieran remando.

En la esquina del parque
había un semáforo
que parecía un faro.

Los coches flotaban,
haciéndose señales con banderas
hasta encallar frente a la luz roja.
Después seguían,
hundiéndose
entre los perfiles fragmentados de las casas.

Detrás de su ventana alguien se sienta,
intenta acomodarse
y se vuelve a poner de pie.
No sabe cómo mierda hacer
para quedarse quieto
¿sobre que lado se apoya?
¿sobre qué lado se puede acostar?
Anota en su diario:
“dejo espacios en blanco rascados”

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